Entrevista realizada por Richard Rey.
De niño fue consentido y prefería la calle a los videojuegos, pero de igual forma tuvo que enfrentar la separación de sus padres, en una época donde el divorcio no era solo entre la pareja sino que también se divorciaban de los hijos. Disfrutó de los privilegios de ser hijo único pero le habría gustado tener un hermano. Se graduó en Comunicación Social y un buen día agarró sus maletas y se fue a probar suerte en España. En la madre patria la cosa no fue tan fácil como esperaba pero logró descubrir su diamante en bruto.
De regreso a Venezuela comenzó a ejercer su nueva pasión de vida los lunes por la noche en un Teatro Bar. Confiesa que no le gusta ver derrumbarse a las personas ni mucho menos a los países, así que vuelve a preparar sus macundales y se va a Miami tras su “American Dream” personal. Luego de años de esfuerzo, sudor, constancia y –por qué no– muchas risas, logró triunfar y hoy en día es el humorista venezolano más visto y seguido en las redes a nivel mundial. Y en esta ocasión apartó unos minutos de su apretada agenda y desde Miami charlar un rato para poder conocerle un poco más.
Así que, como dice el Profesor Briceño al inicio del show: “Y con ustedes Geoooooorge Harris”.
–¿Cómo fue la infancia de George Harris?
–Bueno, hubo de todo, como en la mayoría de las infancias. Soy hijo de una madre soltera que en su momento se divorció, así que también soy hijo del divorcio, como una gran parte de la población de los años ochenta, lo que de alguna manera nos educó y nos hizo ser fuertes y tener la personalidad que tenemos y caer en cuenta de muchas cosas siendo aún muy niños como que el amor se acababa y la gente se divorciaba no solamente de sus parejas, sino también de sus hijos y bueno uno es producto de esa década que fue muy
reveladora. Por otro lado, como soy hijo único tuve una mamá muy protectora y muy consentidora, lo que me hizo tener una infancia con muchas preferencias.
“Para mí el condimento del humor siempre ha sido lo mágico que envuelve mi carrera.”
Fui un niño muy curioso, no me gustaban los videojuegos, prefería estar en la calle montando bicicleta y compartiendo con mis otros amigos y también tuve otros momentos no tan gratos, me tocó “pasar roncha” en su momento, así que fue una infancia que ha tenido muchos condimentos pero que fue necesaria para que esculpiera mi identidad y la personalidad que tengo hoy en día, la cual predomina en mi vida.
–¿Es más divertido ser hijo único?
–Oye, no sé, yo creo que no. Creo que tener un hermano es un plus importantísimo. Te enseña muchas cosas en la vida como a compartir, a entender que no eres lo único en la vida, a comprender que la gente no se debe solo a ti. Tampoco digo tener nueve hijos porque debe ser un trancazo que nadie te pare pelota, pero por lo menos dos. Tener un hermano o una hermana creo que es maravilloso porque además la carga paterna se comparte. Pero ser hijo único también tiene sus cosas positivas porque por supuesto toda la atención se enfoca en uno, pero bueno la vida tiene sus cosas y a mí me tocó ser hijo único.
–¿Te consideras un comunicador que hace humor o un humorista que comunica?
–Soy un comunicador que hace humor, efectivamente. Me encanta esa pregunta porque yo me gradué de periodista y creo que puedo unir perfectamente las dos carreras de mi vida: actuación por un lado y el periodismo. Para mí el condimento del humor siempre ha sido lo mágico que envuelve mi carrera y cuando tú al diarismo, al periodismo, a la noticia, a la información le puedes poner humor y puedes quitarle el drama creo que podemos hacer un trabajo mágico y maravilloso para hacerle más digerible la información al público.
–¿Qué te llevó a tomar la decisión de hacer tus maletas y decir “Me voy”?
–Muchas cosas. Primero unas grandes ganas de trabajar en lo que me gustaba. Yo en Venezuela nunca encontré el lugar exacto para poder expresarme antes de irme a vivir a España. Cuando yo estudié la carrera y me gradué, yo quería actuar pero no sabía en qué y no es culpa de Venezuela, ojo, no estoy culpando al país, yo amo a mi tierra y Venezuela es mi madre; pero yo nunca encontré en Venezuela el lugar para poder expresarme, no daba con eso.
Otro aspecto del por qué decidí irme es que nunca me gustó el proceso político que vive mi país. No quería ver el deterioro que sabía que venía y por eso preferí estar en un lugar que me mantuviera alejado de la destrucción de mi país. No me gusta ver cómo alguien se derrumba y menos si se trata de un país entero el que se desmorona económica y moralmente; y también pienso que puedo ayudar mucho más desde acá.
– ¿Cómo fue la experiencia de vivir en España?
– Para mí España fue muy importante porque me hizo descubrir muchas cosas. A pesar de que no me abrió las puertas como yo quería, mi aprendizaje fue completo. Yo fui a España a estudiar y a encontrarme, y lo hice. Estudié actuación, trabajé, conocí mucha gente, viajé, pelé mucha bola (risas), como mucha gente que vive allá. Pero en España descubrí el género “Stand-Up Comedy” y logré entender que lo mío era el humor desde ese espacio, del espacio de la tarima, del espacio de mi propia voz y descubrí que podía trabajar en eso. Pero lo más importante fue descubrirme a mí mismo. Cuando uno logra conocer y reconocer lo que uno tiene por dentro, cuál es tu diamante en bruto, esa es la magia más grande que te puede reservar la vida. Porque una vez que tú te conoces y conoces cuál es tu instrumento de trabajo, ahí es cuando realmente tienes el mundo a tus pies y además entiendes el compromiso de qué puedes aportar tú al mundo.
“Me gusta trabajar por lo que quiero y por lo que sueño alcanzar, y me gusta lograrlo.”
–¿Sientes que en Miami has logrado el “American Dream”?
–Pues en muchos aspectos, sí. ¿Qué es el American Dream? Bueno pues que tú tengas un buen nivel de vida, que tengas las cosas que quieres, que estés cómodo, que puedas trabajar en lo que te gusta, que tengas seguridad, que tengas tu casa, tu carro; ese es el American Dream, ese es el que nos vendieron siempre y creo, además, que es maravilloso. Toda esta gente “anti-yanqui” que dice: “A mí no me gusta Estados Unidos porque ahí la gente vive para trabajar”, me parece que es una opinión muy cuestionable y muy discutible. A mí me gusta vivir bien, me gusta trabajar por lo que quiero y por lo que sueño alcanzar, y me gusta lograrlo. No me gusta vivir en países donde tú siempre trabajas y nunca logras nada. Así que sí, este país me ha permitido lograr el American Dream ¡Y me encanta! (Risas).
–¿Y cuál ha sido tu mayor aprendizaje como inmigrante?
–Aceptar que uno no es nadie cuando llega a un país. Creo que ese es uno de los mayores aprendizajes que tenemos que entender todos. Aceptar que el “yo era” es justamente como lo estás conjugando. Es pasado, ya ocurrió, se dio en su momento, pero ya no eres eso aquí. Eras famoso, eras importante, eras el consentido, en el país que dejaste atrás. En el nuevo país al que llegues debes comenzar de cero a construir tu nuevo mundo. Yo creo que eso es algo que debe aprender todo aquel que emigre. Yo, afortunadamente, lo aprendí muy rapidito y entendí que había que fajarse para construir eso que ahora quieres ser.
–Aparte de tu exitoso show en vivo, también te has convertido en un gran creador de contenidos en tu canal de YouTube como conductor de tus programas “George a la carta” y ahora “George al aire”. ¿Qué se ve haciendo George Harris en veinte años?
–Woow, siempre me preguntan en diez (Risas). Oye creo que siempre trabajando, siempre. Para mí es un privilegio poder subirme al escenario y hacer lo que me gusta. Seguir haciendo mi show, quizás un show más potente. Pero te confieso que me encantaría poder decir en veinte años que ya tengo una década o más trabajando en inglés. El trabajar en los dos idiomas es una de mis metas a corto plazo, empezar a trabajar en inglés y empezar a conquistar este público, el público anglo. Ese público es como el gran reto de mi vida.
–Pues te deseamos que lo logres y que podamos verte.
–Amén, que así sea.
–Gracias a tu show has hecho reír a muchas personas en distintos lugares del planeta, pero ¿Quién o qué hace reír a George Harris?
–Pues muchísimas cosas, me encanta reírme, yo soy un tipo de risa fácil. Lo que te puedo decir es lo que no me gusta. No me gustan los chistes escatológicos, ni los chistes fáciles, ni aquellos chistes que se basan solamente en las minorías. Me fastidian esos chistes enormemente, me parecen el atajo más fácil de tomar. Yo soy más de disfrutar un buen repertorio, una buena historia más que los chistes por sí solos. Por eso me gustan los humoristas que crean buenos repertorios y la verdad son muchos de distintos países que me encantan y que te puedo dar de referencia. El cubano Alvarez Guedes, Adal Ramones de México, los chicos de Les Luthiers de Argentina, Ellen DeGeneres de aquí, de Colombia te puedo nombrar a Andrés López con su “Pelota de letras”. Me encanta el humor español, en especial el de las películas de Almodóvar y por su puesto de Venezuela me gusta El Conde del Guácharo. Me gusta la comedia elaborada.
“Siento que desmeritan al sector del espectáculo, pareciera que no lo tomasen en cuenta y millones de personas en todo el mundo viven directa o indirectamente de él.”
–Durante estos meses de pandemia el sector cultural ha sufrido un total desahucio por parte de los entes gubernamentales de muchos países, ¿Cuál es tu opinión al respecto?
–Oye, justamente hace unos días hice una cantidad de historias en mi Instagram donde hablaba sobre eso. A mí me parece, te voy a decir, que no siento que lo hayan hecho bien en ninguno de los aspectos. Claro, no soy quien para juzgar eso pues tampoco estoy en esos zapatos, es fácil juzgar desde la distancia, pero creo que nos encerraron demasiado tiempo. No han ayudado al sector que, por su puesto, se ha tenido que reinventar a los trancazos y gente que trabajaba en vivo ha tenido que abocarse al 2.0, que no siempre es el medio idóneo para hacer humor o hacer reír a la gente. Pero bueno, esto es lo que nos tocó. Yo ya venía un poco acostumbrado pues ya tenía unos shows en YouTube y entendía más o menos por dónde iban los tiros. Pero igual me tocó duro, y no te voy a mentir, aún me sigue tocando duro, no creas.
El actuar en un escenario con cinco personas en la sala no es fácil; el no tener el feed-back del público en vivo es difícil. Yo considero a mis compañeros, considero a la gente que la está pasando muy mal; el sector del espectáculo ha sido el más herido, el más afectado en toda esta situación y yo espero que pronto abran las puertas de los teatros, de los locales, las arenas y de todo lo que incluya sitios de representaciones artísticas en el mundo porque nos afecta a todos. Siento que desmeritan al sector del espectáculo, pareciera que no lo tomasen en cuenta y millones de personas en todo el mundo viven directa o indirectamente de él. Así que creo que a nivel gubernamental no lo han hecho bien.
–¿Volverías a vivir en Venezuela una vez desaparecido el actual régimen?
–Claro que sí. Yo siento que nunca perdí el país. Yo siempre he sentido que gané uno más. Entonces con respecto a esa pregunta que te la hace tanta gente yo te puedo decir que volvería a vivir temporadas. Pasar unos meses porque estoy trabajando en algún proyecto, porque estoy haciendo una película o estoy en una gira por Venezuela con mi show; eso me encantaría, de hecho yo tengo casa en Venezuela, pero ya no va a ser lo mismo de antes porque, como te dije, ya tengo un nuevo país en el cual he construido muchísimas cosas y tampoco tengo que irme porque nadie me está botando (risas). Yo soy ciudadano norteamericano y me gustan muchas cosas de este país, así como me gustan muchas otras de Venezuela, pero también me encantan muchas cosas de Europa, así que hoy en día me considero un ciudadano mucho más universal o del mundo. Pero sí volvería a vivir en Venezuela porque amo a mi país con el corazón.
–Bueno George, ya para cerrar esta entrevista te presento nuestro habitual cuestionario de preguntas cortas: ¿Un libro?
–Bueno yo creo que el mejor libro es el que uno se está leyendo en el momento y este me encanta porque habla de lo que estamos viviendo en el presente: “El fin del Poder” de Moisés Naim. Y como me encanta el periodismo de investigación te voy a nombrar también el que me leí antes de este, se llama “Los Brujos de Chávez” de mi amigo David Placer, para aquellos que quieran saber sobre los vínculos entre la brujería y la política.
–¿Tu comida favorita?
–El sushi.
–¿Una Película?
–Woww no sabes, soy súper cinéfilo, me encanta el cine, los fines de semana a veces veo tres o cuatro películas y al cine iba siempre. Bueno te voy a decir una de mis favoritas: “El hijo de la Novia” una película argentina con Ricardo Darin, Norma Aleandro y Héctor Alterio. Y quiero recomendarles otra argentina que me encantó se llama “La Quietud” donde, por cierto, participa nuestro actor venezolano Edgar Ramírez. La verdad podría pasar horas recomendándote películas de varios países.
–¿Un personaje a quien admires?
–Pues fíjate yo admiro a las personas que son coherentes consigo mismos y con el mundo. Ahora mismo te nombraría a Laureano Márquez. Es un personaje a quien yo admiro mucho, su trayectoria, su trabajo, su discurso, su forma de hablar, su matiz, su talante; Laureano es un tipo de admirar y es coherente.
Porque coherente ¿qué es? Bueno si usted se echa palos, usted se echa palos y punto. No es que un día se echa palos y al otro día es evangélico. ¡Coño, no! (Risas) No me hagas esa cochinada. Tú no puedes ser prostituta un día y al día siguiente evangélica y criticas a todo el mundo. Coherencia señores, coherencia.
–¿La playa o la montaña?
–La playa. Por eso vivo en Miami, la montaña también me gusta pero definitivamente la playa mucho más.
–¿Emilio Lovera o El Conde del Guácharo?
–Los dos, son muy buenos los dos. Emilio Lovera es extraordinario en lo que hace y lo admiro desde el día uno, como todos lo admiramos por su trabajo en la Rochela y toda la carrera que ha desarrollado. Y el Conde del Guácharo, imagínate. Nuestro primer comediante que se para frente a un micrófono a hacer una rutina como las que él hace que son de admirar. El contar y entender la cultura venezolana de la manera que él la entiende es algo extraordinario. Definitivamente a los dos los admiro mucho.
–¿El Teatro Trail o el Teatro Bar?
–Ahhw, el teatro bar, qué Chévere. Pero los dos, los dos (risas). En los dos sufrí, en los dos pasé “roncha”, en los dos tragué grueso y en los dos triunfé. La gente me quiere y me recuerda de esos lugares. Para mí esos son como cuando la gente dice: “Yo nací en RCTV”, bueno yo nací en el teatro Trail y yo nací en el Teatro Bar. Son lugares que quiero y agradezco la oportunidad que ambos me dieron en su momento. Le agradezco a toda la gente del equipo del Teatro Bar y por supuesto a Marisol Correa y a su esposo Jorge Angulo que me dieron la oportunidad de estar en el Teatro Trail. El Teatro Bar me abrió las puertas en Venezuela y el Teatro Trail me abrió las puertas en Miami.
–Y por último: Si se filmara una película donde se contara la situación actual de Venezuela, ¿Qué título le pondrías?
–Me encantaría titularla: “Venezuela no se rinde”.
Actor y cronista teatral
Columnista en The Wynwood Times:
Textos y guiones