“Cuando se me pregunta si asistí a la escuela de cine, respondo: no, fui al cine”
Por Carlos Enrique Márquez.
Si mezclamos en una coctelera una fuerte dosis de violencia explícita, un toque de diálogos extensos y enrevesados y, por último, personajes complejos con motivaciones bien definidas, tendríamos ante nuestros ojos un producto cinematográfico “Tarantinesco”.
Para los cinéfilos más experimentados, este término informal acuñado a toda película dirigida, producida o escrita por el cineasta estadounidense Quentin Jerome Tarantino, les es familiar. Sin embargo, este personaje –hasta cierto punto controvertido– ya es una leyenda incluso entre las nuevas generaciones de espectadores.
Con motivo del estreno mundial de su novena y, si se cumplen sus deseos, penúltima película, titulada “Once upon a time in Hollywood”, he querido dedicar este artículo a uno de los más grandes exponentes de la industria del cine en la actualidad.
Un genio del cine que no estudió cine
Tarantino expresó alguna vez “Cuando se me pregunta si asistí a la escuela de cine, respondo: no, fui al cine”, y es que el nacido en Tennessee es célebre por haberse labrado una carrera legendaria como director, productor, escritor y actor gracias a su afición desmedida por el séptimo arte.
Quentin, desde niño, fue un ávido consumidor de películas de todos los géneros, países y dialectos. Su experiencia trabajando en videoclubs fue determinante, ya que se interesó en explorar el amplio universo de la industria del cine.
Desde el seno familiar, el dos veces ganador del Oscar por sus libretos en Pulp Fiction (1994) y Django unchained (2012) estuvo influenciado por las artes escénicas. Su padre, Tony, fue un actor y músico que no trascendió, pero que inculcó a Quentin la afición.
El estilo Tarantino
Si se analizan a detalle los films del director, se observa que entre ellos existen referencias e interconexiones de elementos visuales, musicales e interpretativos provenientes de obras antiguas e, incluso, de su propia filmografía.
En sus películas se pueden observar múltiples referencias al cine de artes marciales (especialmente las cintas de Bruce Lee), western, cine negro, acción de los 80´s, entre otros. Un ejemplo son los maletines, elementos frecuentes en la narrativa, como se aprecia en Pulp Fiction, True Romance (1993), o Kill Bill: Vol. 2 (2004).
Así mismo, es común la utilización de close ups que enfocan objetos clave y rostros de personajes, normalmente en situaciones de tensión. Esto puede apreciarse en Kill Bill (2003) cuando el personaje de La Novia, interpretado por Uma Thurman (su musa) está siendo atacada por los secuaces del antagonista, Bill.
El estilo de filmación de Quentin Tarantino está altamente influenciado por otro director, considerado un revolucionario en el manejo de cámaras: Brian de Palma.
Los diálogos, un sello de identidad
Los diálogos en sus films son célebres y uno de los elementos más reconocidos. Un ejemplo de ello, lo encontramos en su primera obra como director, Reservoir dogs (1992) en el que un grupo de personajes intercambian opiniones sobre los temas clásicos de Madonna. Puede parecer una secuencia sin relevancia, pero lo cierto es que la misma define a los personajes sentados en esa mesa redonda.
Pulp Fiction, una joya imperecedera, también está repleta de conversaciones inolvidables, como las que sostienen los icónicos personajes de John Travolta y Samuel L. Jackson mientras conducen. En ella, debaten sobre las diferencias entre América y Europa, haciendo especial énfasis en cómo llaman a las hamburguesas de McDonald’s en ambos continentes… ¡Para no perdérselo!
Los personajes, trascendentes e inolvidables
Uno de los elementos más reconocibles de las obras de Tarantino son sus personajes. En su mayoría, profundamente definidos, caracterizados y expuestos en la gran pantalla. Es importante destacar que, este cineasta, casi siempre presenta a las mujeres como el género fuerte, decidido y arriesgado. Incluso, más que los hombres.
En su filmografía, existen múltiples ejemplos, pero quiero destacar a tres en particular: La Novia, interpretada por Uma Thurman en Kill Bill y su secuela, Jackie Brown (1997) papel que recayó sobre la actriz afroamericana Pam Grier y, de los más controvertidos, Daisy Domergue, rol por el cual Jennifer Jason Leigh fue nominada al Oscar en The Hateful Eight (2015).
No podemos olvidarnos de un actor que se hizo internacionalmente famoso gracias a dos personajes que interpretó para Tarantino, que le valieron la obtención de dos premios de la Academia al Mejor Actor de Reparto: Christoph Waltz.
El austríaco demostró su poderío interpretativo en Inglorious Basterds (2009), cinta ambientada en la II Guerra Mundial, en la cual se puso en la piel del general Hans Landa, hablando fluidamente varios idiomas y, como no, en Django unchained, en la cual convirtió al dentista Schultz en un personaje inmortal.
Entre los grandes actores y actrices que han trabajado para Tarantino, por citar algunos, tenemos a Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Tim Roth (un habitual), Michael Madsen (otro habitual), Daryl Hannah, Harvey Keitel, Gary Oldman, Kurt Russel, Diane Kruger, Samuel L. Jackson, entre otros.
Además, el director acostumbra a rescatar del olvido a actores y actrices venidos a menos para otorgarles roles importantes, como por ejemplo David Carradine, Lawrence Tierner, Rod Taylor, Pam Grier, entre otros.
Las bandas sonoras engrandecen su cine
Para todos los cinéfilos resultó una grata noticia la premiación del compositor italiano Ennio Morricone por su trabajo en la banda sonora de The Hateful Eight, en la ceremonia de los premios Oscar de 2016.
Es común que las bandas sonoras de Tarantino estén condicionadas por el género que quiere abordar el director. Por ejemplo, en sus westerns predominan los sonidos de guitarra country o, por ejemplo, en la saga de Kill Bill, los orientales.
Quentin es un director muy meticuloso respecto a la música que desea acompañen sus obras, como ha quedado evidenciado en cada uno de sus trabajos.
¿El adiós de una leyenda?
Quentin Tarantino ha reiterado en los últimos años que solo hará 10 películas como director. Ya sabemos que en Hollywood todo puede cambiar radicalmente con los años, pero, de cumplirse su anuncio, estaríamos ante un adiós muy emotivo.
Sin dudas, hablar de Tarantino es hacerlo de uno de los grandes exponentes del séptimo arte en los últimos 30 años. Su estilo –que a algunos gustará y a otros no– no deja a nadie indiferente. Sus premios y reconocimientos así lo avalan.
Por mi parte, me preparo entusiasmado para asistir al estreno de su novena película y, ténganlo por seguro, aquí estaremos para analizarla.
IG: @calique89
Por The Wynwood Times